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Amora

Acordeón

Acordeón

Aquella noche se celebraba una vez más la victoria de tantos y tantos trabajadores que lucharon por sus ideales, se había proclamado la segunda república pocas semanas antes y Julio siempre tenía visitas cada noche.

Cuando ya sus niños dormían, sacaba una botella de tinto con unos vasitos, brindaban, bebían y cantaban al son de aquella acordeón que sonaba con alegría. Las manos que la hacían sonar eran las manos que cada día acariciaban aquella cara sonriente y luminosa de Julio, las manos de quien tanto lo amaba, eran las manos de su mujer, de su amiga, de su compañera a quien le repetía una y otra vez que tocara aquella dulce acordeón, que no dejara de tocar, y entre la música, los chatos de vino y las largas charlas casi siempre veían amanecer. 

Aquella acordeón siempre estaba dispuesta en las manos de aquella mujer para tocar a fiesta, y fiesta era cualquier día de reunión, cualquier día de camaradería, cualquier día con ganas de compartir.  

Pasaron unos años y Julio enfermó, en realidad no se sabía que tenía pues en aquellos años la medicina no tenía los suficientes medios para investigar y menos para curar, no existía la Penicilina y pasados unos meses murió, murió muy joven. 

Su mujer, aquella primera noche sin él, abrazó la acordeón pero no pudo hacerla tocar a fiesta, de la misma acordeón salio un sonido triste, el mismo sonido de su dueña y ambas lloraron, lloraron juntas hasta altas horas, juntas vieron amanecer un nuevo día y aquel día, aquella acordeón fue guardada en un baúl y ya nunca más fue tocada. 

Durante los días de guerra, aquella familia con muchas carencias iban vendiendo todo lo que tenían de algún valor, mas que vender lo cambiaban por comida, llegándole el turno a su acordeón, que fue el último recuerdo vendido, aquel día, volvieron a llorar juntas las dos y en aquel momento, Angela ya no quiso saber nada del precioso sonido de una acordeón.

Nunca más la nombró, pero si la recordaría cuando tan triste estaba y sentía cuando a fiesta tocaba.

Amora.  

4 comentarios

Jordan Flight 45 -

You introduction is detail, thank you so a lot of material, but why do not you deliver some reference pictures?

Jose Lind -

Tengo un acordeon y quiero aprender atocar porque me gusta como se oye

Anónimo -

Buenos días Lunademaria

Cuando regalé mi libro a mi familia, más de uno se emocionó, con lágrimas en los ojos,al leer este escrito. Pues es un escrito verídico de nuestros abuelos. Cuando yo era niña y supe que mi abuela tocaba la acordeón, le preguntaba por su acordeón y ella no me respondía y yo notaba como ella se emocionaba.

Todavía me emociono con este escrito y siempre me emocionaré cuando lo relea.

Un beso y feliz día.

Amora.

lunademaria -

que triste es despredenrse de algo que sequiere que forma parte de tu vida .
tienes escritos preciosos , pero este es uno de los que prevalecen en el recuerdo

un besote feote de grandote ;)

lunademaria