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Amora

Más Allá

Más Allá Siempre se asomó al mundo,con los ojos muy abiertos.
Por que quería ver, más allá de su ventana.
Quería ver lo que había, más allá de lo que su mirada, lograba alcanzar.
Llegar hasta donde ,solo los ojos del alma llegaban.
Conocer corazones despiertos, ardientes, sensibles, rebeldes.
Ver paisajes de rocas, entre verdes yerbas.
Acariciar el aire ,besándolo sutilmente,y beberlo con un suspiro.

Siempre deseaba, no tocar los muros, por que para ella, todo era infinito.
Buscó la luz clara y transparente ,de las gentes de a pié.
Pero en demasiadas ocasiones ,solo encontró miradas oscuras, por golpes del destino.
Sus manos, necesitaban el calor de otras manos, y su cuerpo, quería atrapar cada trozo de piel ,lleno de vida.

Intentaba tocar el horizonte, aún sabiendo, que jamás llegaría a tenerlo, ni siquiera a rozarlo.
Quería atravesar el tiempo, pero nunca consiguió, controlar el suyo propio.
Deseaba encontrar un lugar, donde descansar,donde la libertad, no solo fuera una utopía.
Y seguía buscando.
A veces encontró lugares ,llenos de colores, de vida, de sonrisas.
Pero también encontró otros, en mitad de la nada, llenos de egoísmos, y de maldades.
Alguna vez, había llegado, a mares desiertos de agua.
En los que las naves sin velas, esperaban, a que algún pirata o marinero, las volviera a mecer al viento.
Los surcos secos, dejaron ver, las entrañas del mar.
Parecía el fin del mundo.
Y allí, estaban todos, mirando hacia el cielo, a la espera, de que el agua, volviera a subirlos a flote.
Siempre supo, que en el fondo de la tierra, ya seca de lágrimas, estaba su pasado, y parte de su futuro.
Muchos eran los que iban a su lado,sin destino alguno, buscando lo mismo que todos los antepasados,.
Que todos aquéllos, que dejaron sus huellas en el camino.
El mismo camino, que ahora ella pisaba.
Cada uno de ellos, buscaba la felicidad, la paz.
Encontró refugio, en almas que también estaban sedientas, de ese trozo de universo, casi santo, casi intocable. Donde el aroma de las flores, y el frescor del viento, no había que esperarlo, por que siempre estaban ahí.

Siempre eran los mismos rebeldes, los mismos inconformistas, los mismos luchadores,de diferentes guerras, los que satisfacían su ganas de aprender.
Nunca quiso demostrarle nada a nadie.
Nunca miró a nadie, por encima del hombro.
Nunca quiso saltar obstáculos, pero no tuvo más remedio que aprender
a hacerlo.
Siempre, seguiría echándole un pulso a la vida, cuando la vida quisiera jugar con ella.
Y siempre intentaría ganarlo.
Aunque casi nunca, lograra vencerlo.
Se convirtió en una corredora de fondo, aunque de vez en cuando, se atragantaba, al beberse la vida de golpe.
Besos hoguera.
 LaViajera.

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