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Amora

Un maravilloso lugar

Un maravilloso lugar

Llegó a un solitario lugar, rodeado de salvaje vegetación, todo natural, creciendo, disfrutando todo ello de una deliciosa alimentación de lluvia que no cesaba.

Cada planta crecía de un modo espectacular, sus bellos colores se mezclaban y sus aromas compartían un delicioso festín, para quienes tenían la dicha de vivir en tal preciado lugar.  

Sobre aquel lecho de flores y plantas tiernas yacía una larga figura, no era del color natural del resto de plantas, tampoco compartía ninguna de sus aromas, su color era cambiante según los rayos del sol, pero cada nuevo tono era más bello si cabía, más saludable, más natural

¿Qué era aquello? Era algo distinto a su entorno e impresionante su hermosura adornada por la belleza del lugar y resaltando por ser distinto ante tanta homogeneidad. 

Al llegar, sintió algo especial, era algo que lo transportaba a un mundo de sensaciones que quería averiguar, quería descubrir cada rincón de aquel ser que allí expuesto parecía que lo invitaba a descubrir y saborear.  

Por un momento quedo pensativo, no sabia como hacerlo, era tan sumamente pequeño, que debía idear algo para subir a la cima de aquella maravilla que al igual que él parecía humana, pero al no ser de su tamaño le hacia dudar.

Quería recorrer aquel cuerpo de norte a sur y de este a oeste, recreándose en cada lugar. Pensó que de una mujer se trataba y dentro de su nerviosismo por comenzar su recorrido, tomó un poco de aire y pensó en comenzar la escalada por una zona especialmente reafirmada que admiraba, era la sonrisa de aquella dama.  

Fácilmente con unas ramas, balanceándose entre ellas, consiguió saltar muy cerca del lugar que primero quería visitar, pues tal sonrisa de aquel cuerpo que dormía era muy sensual, tal vez estuviera soñando que algún aventurero llegaba a ella, tal y como estaba ocurriendo en otro sueño.

Sintió ternura y naturalidad, además de sinceridad en aquella  mueca que él no sabia definir, pero que según se acercaba cambiaba su expresión, pues también notaba un bello mirar.  

Durante un tiempo quedó embelesado y asombrado pues tal sonrisa se convirtió en beso deseado. Todo aquello formaba un conjunto precioso que no siempre existe, pues puedes sonreír por simpatía, por amabilidad, por educación, pero si lo haces por amor acompañado de deseo e ilusión, la sonrisa que encuentras es sencillamente especial, y así era tal sonrisa, que el sintió suya. 

Se quedó mirando aquellos labios sensuales, no muy grandes, muy suaves que el sintió con tan solo mirarlos. Se le antojaban como dulces frutos de primavera del color intenso del amor, formaban la figura de un corazón y era tan provocador su color que invitaba a probar su sabor, colocó sus labios muy cerca y quiso sentir a través de ellos su suavidad, deslizándose con cuidado.

Aquel acto deseado motivó una dulce sensación en tal cuerpo de mujer, experimentando un cambio en tales labios, ensanchándolos con la más bella de las sonrisas expresadas, por haber recibido tal suavidad.  

Imaginó entonces que tal sonrisa podía haber sido influenciada por un sueño interior que motivara a aquel cuerpo y quiso asegurarse si fue producida por él mismo repitiendo su bonito deslizamiento. 

Con gran deseo y motivación repitió su agradable acercamiento, acariciando con todo su ser tan bella fruta sacada del mejor de los lienzos, provocando por ello la misma sonrisa y con gran satisfacción supo que él mismo había sido el causante de la misma.   

Estaba encantado con aquel, su tesoro encontrado, cuantos lugares distintos por descubrir, y a cual mas bello, pensó, y tan solo había conocido hasta el momento aquellos labios iluminando su cara al cambiar de forma, sintiendo él una gran emoción.   

Descansó un poco, sentado junto a aquellos labios, e ideó un plan para seguir su andadura y así conocer a fondo aquella hermosura denominada mujer. 

Amora.  

5 comentarios

Amora -

Muchas gracias Sak, Espartaco, Jazmin y Gea por vuestras palabras.

Ese maravilloso lugar está en nuestros sueños y cada vez que lo busquemos lo encontraremos.

Esa sonrisa preludio de la tormenta amor es uno de los regalos más deseados.

Encontrar belleza en un ser y a la vez en la naturaleza como entorno del ser es otro sueño que en nuestros deseos está.

Un beso a cada uno y seguiremos aportando bellos sueños con nuestras letras.

Amora.

Gea -

Es como un cuento, en el que tiene cabida la fantasía convertida en deseo, en experimentación.

Tuvo suerte de encontrar algo tan bello y tener como entorno la grandiosidad de la naturaleza.

Un beso también para ti.
Gea.

jazmin -

Una bella historia, Amora.

Un abrazo

ESPARTACO -

Cuando la sonrisa se convierte en un beso deseado; se avecina el amor como tormenta. Un beso amiga. E.

Sakkarah -

Una historia feliz...

Un beso.